Señor director:
El beneficio de la gratuidad en educación superior se ha transformado en un claro ejemplo de expresión de expectativas incumplidas, unido a indefiniciones que afectan profundamente al sistema
Los cambios permanentes de criterios respecto al tipo de institución beneficiada, así como el actual debate sobre asuntos metodológicos de la implementación vía ley de presupuesto en el primer año de gratuidad, son una pésima señal que reducen los niveles de certeza.
En el Congreso se discuten importantes aspectos operativos que no están generando consenso político ni siquiera en la coalición gobernante. Igualmente, los rectores de las instituciones involucradas claman por una mínima coherencia del Ejecutivo y por la sustentabilidad futura de las definiciones que se adopten, con las respectivas presiones de sus comunidades internas y una incertidumbre presupuestaria que se torna insostenible.
La educación superior vive un momento de definición importante, sin criterios claros. La gratuidad no es un simple beneficio centrado exclusivamente en el estudiante o sus familias; corresponde a un complejo y transcendental enfoque sobre el desarrollo de la educación superior en Chile.
Daniel Burgos Bravo
Senador universitario
Universidad de Chile
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Carta al Director del Diario La Tercera publicada el día jueves 12 de noviembre de 2015 [descarga].-
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