Señor director:
Más allá de las responsabilidades políticas del accidentado beneficio de gratuidad en discusión, es importante rechazar la insoportable incertidumbre presupuestaria que genera a las casas de estudios superiores, y que se proyecta dramáticamente en la toma de decisiones institucionales de corto y mediano plazo.
Lo que está ocurriendo es una falta de respeto a todo el sistema, considerando la seriedad que debemos proyectar tanto a los estudiantes, como a sus familias y contribuyentes, particularmente en la metodología de financiamiento del pregrado para el año 2016, cuyo proceso de admisión se encuentra iniciado. Es necesario que los dineros públicos se resguarden celosamente y sean eficientemente gastados, para lo cual es fundamental su correcta planificación a través de instrumentos como el presupuesto, cuyo diseño es altamente complejo en el escenario actual.
Considerando que el primer año de gratuidad sería a través de una glosa, queda todo un año de tensión e indefinición en el contexto de la discusión política de las leyes de financiamiento de la educación superior, que probablemente no finalizarán en el transcurso del próximo año. A esto se unirá la modificación de prioridades propias de un año electoral presidencial como será 2017.
La educación superior es un vehículo de desarrollo para el país que exige seriedad y acuerdos macro entre todos los actores del sistema.
Juan Arturo Squella S.
Decano Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas Universidad de Chile
Daniel Burgos B.
Senador Universitario Universidad de Chile
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Carta al Director del Diario La Tercera publicada el día martes 15 de diciembre de 2015 [descarga].-
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